miércoles, 2 de marzo de 2016

El Espejo...

(Autora: Lizette Ognibene)
Hoy el día es diferente, el aire es más helado, se ha oscurecido más pronto y con una negrura espesa y densa, como la neblina.
Pero, no importa, es un día hermoso y más porque es sábado, un día para descansar.
Ya sé lo que haré, apenas son las 7:00 PM, tomo un paquete de galletas de la cocina y un jugo de medio litro, subo corriendo a mi cuarto y empiezo a jugar. 
Me cansó de estar jugando y viendo vídeos, así que lo único que queda es ir a dormir.
Voy al baño, me lavó los dientes y la cara, froto mi cara contra la toalla y miró hacia el espejo...
— No, no, no, no, no, no — titubeo.
Mi reflejo está estático, mirándome, en una quietud mortal.
Maldición, esto debe ser una broma digo en un susurro ahogado.
La imagen sonríe de una manera sarcástica y macabra.
— Oh ¡Mier..! — mis palabras se traban.
El reflejo hace señales para que me acerque hacia él. Yo retrocedo, pero mis rodillas tiemblan tanto que se doblan y caigo al suelo. La puerta se ven tan lejana, trató de arrastrarme hacia ella pero mis músculos no responden.
El reflejo sonríe aún más, y hace un gesto para indicar que va a salir del espejo.
Con desesperación me arrastro lentamente hacia la puerta mientras el reflejo empieza a salir, sus cuencas, ahora vacías y con una negrura total en su interior.
Al fin llego a la puerta, me levanto y salgo corriendo lo más rápido que puedo.
En el baño se escucha como si algo se cayera pero ya no pienso regresar. De repente despierto de un golpe, con el empaque de galletas encima, voy al baño para lavarme la cara y los dientes...